sábado, 1 de enero de 2011

Capítulo 13

-¡Elin!-Me despertó Mike entrando a mi cuarto.
-¿Qué?-Le dije mientras me frotaba los ojos.
-¡Ya tengo la moto!-Me dijo aunque yo no le hiciese mucho caso ya que quería dormir.
-Bien por ti-Le felicité.
-Y necesito que me hagas un favor-Lo sabia.
-¿Qué tipo de favor?
-Uno muy fácil-Y me sonrió-Necesito que vallas a por la moto.
-¿Qué? ¿Y porque no vas tú?
-Porque tengo entrenamiento-Joder, vendita la hora en la que se apuntó.
-¿Dónde es?
-Está aquí al lado.
-¿Y porque no te la han traído aquí?-Le exigí
-Porque aquí no llega ese tipo de encargos-Cada día me gustaba mas este pueblo.
-Está bien, pero no te acostumbres -Y me abrazó.
-Gracias-Y seguidamente desapareció.
Me duché ya que tenia que ir a comprar al supermercado y encima tenía que encontrar a alguien para que me llevase a recoger la dichosa moto.
En ese momento se me vino a la cabeza Tom, creo que se lo pediré a el.
Después de la ducha bajé a desayunar, pero antes pasé por la habitación de Katy y estaba durmiendo así que no quise despertarla.
Después de desayunar fui al supermercado, en la entrada vi a Logan pude ver que en su lado de la cara derecho tenia un arañazo parecido por no decir igual al de mi yo del bosque. ¡Qué raro!
-¿Vas a pasar?-Me dijo una mujer que hizo que me apartase de en medio de la puerta del supermercado.
-Claro-Entré y me aparté de su camino.
Compré todo aquello que nos hacia falta y al terminar llevé mi compra a la caja, donde había una de las típicas cajeras amargadas con los dedos muy finos y el pelo negro, en su chapa pude ver que se llamaba Mª Asunción, pagué y me fui.
Al llegar a casa puse cada cosa que había comprado en su sitio. Quería ir a ver a Tom para ver si me podía llevar a por la dichosa moto de Mike.
Pero antes quería ver a Dylan, ya que no lo veía desde ayer. Mi prima entró de repente en la cocina, con unas ojeras que le llegaban hasta el suelo.
-¿Has ido a comprar?-Me preguntó.
-Ya ves-Le dije-Katy ¿Me puedes dejar tu coche?
-¿Para que?, si no tienes ni el carnet.
-Ya, pero esta aquí al lado, es para ir a por la moto de Mike.
-No-Dijo severamente.
-Pues entonces podrías ir tu-Le propuse, pero creo que ya sabia la respuesta “tengo mejores cosas que hacer”.
-Tengo cosas mejores que hacer-Os lo dije.
-¿El que? ¿Dormir o beber?-Puso mala cara.
-No te metas donde no sabes nada.
-Me meto porque me importas Katy y desde que estamos aquí solo te he visto como máximo una hora o dos-Estaba harta de sus noches locas.
-Si no te gusta ya sabes donde está la puerta-Ahí me jodió.
-Eso es lo que voy a hacer-Cogí mi bolso y me fui.
Me dirigí a la casa de Dylan, llamé, me abrió Tom.
-Hola, ¿qué haces aquí?-Me dijo.
-He venido a hablar con Dylan, tiene cosas que explicarme-Levanté la voz porque sabia que me estaba escuchando.
-Espera-Y fue a llamarlo.
Salió con una bata puesta y al verme se la quitó.
-¿Qué pasa?-Me preguntó.
-¿Me estas vacilando?-Dylan se extrañó.
-No, claro que no-Me dijo con inseguridad.
-Entonces ¿por qué coño no me dices la verdad ya de una vez y dejas de darme largas?-Le recriminé.
-Pasa, te lo contaré, es un larga historia-Me invitó a pasar.
-Ahora no puedo, me tengo que ir.
-¿A dónde?-Me preguntó.
-A por la moto de Mike, y tengo que encontrar a alguien dispuesto a llevarme al pueblo de aquí al lado hoy-En ese momento salió Tom, que casualidad.
-Si quieres te acerco yo-Me dijo.
-¿Conoces a alguien que me puede llevar?
-Si, yo- Y me sonrió muy ampliamente.
-De acuerdo-Y le sonreí.
-¿Os puedo acompañar?-Se metió Dylan.
-¡No!-Dijo Tom-Tienes que terminar eso cuanto antes.
-Está bien- Dijo decepcionado y se metió hacia dentro.
-Venga sube-Me abrió la puerta de su coche que ni me había dado cuenta de que estaba allí.
-Gracias.
-No se como se llama el pueblo, pero me dijo Mike que es el que esta aquí al lado, al cruzar la montaña.
-Ya se donde es-Y arrancó.

Todo el camino nos lo pasamos hablando de ambos, del instituto (en mi caso, ya que el no esta ya) de su hermana y Mike, y de nuestros padres, que fue donde se torció la cosa.
-Mis padres murieron en un accidente-Me contestó-¿Y los tuyos?
-Desaparecidos y lo que mas me jode es que ni siquiera se despidieron de mi-Agaché la cabeza.
-¿Sabes a donde se fueron?
-No lo se, supongo que les causaba muchos problemas-empecé a mirar por la ventanilla del coche.
-No digas eso, es una estupidez.
-Yo ya lo he aceptado, tranquilo-Lo miré, al cabo de un suspiro volví mi cabeza para la ventanilla, pero el me cogió de la barbilla para que lo volviese a mirar.
-Los padres siempre nos aceptan tal y como somos, hacen todo lo que está en sus manos para hacernos todo el bien del mundo, aunque aya ocasiones que nos parezca que lo hacen para joder-Una lagrima se derramó por mi mejilla, él la divisó, me la quitó con la yema de sus dedos calidos y siguió mirando hacia delante, para evitar que chocásemos, pero no había nadie la verdad. Hubo un gran silencio, Tom se desvió por un camino de tierra.
-¿Es por aquí?
-Si, es un atajo, no quiero coger la autopista-Me sonrió.
-¿Estás seguro de que es por aquí?-Me miró-Es que parece que nos adentramos en el bosque.
-Casi seguro-No estaba totalmente convencido, pero no me importaba perderme con el-¿No me vas a echar la bronca?
-¿Por qué te la tendría que echar?
-Porque no estoy seguro al cien por cien de que sea por aquí.
-Da igual, confió en ti-Le sonreí.
Tom se llevó la mano al pelo y suspiró, eso no era buena señal.
-¿Qué pasa?-Le pregunté preocupada.
-Creo que nos hemos perdido- Perfecto.
-¿Perdidos?-se que dije que me daba igual perderme con el, pero no creía que fuese a pasar.

-Será mejor que paremos si no queremos perdernos mas- Salí del coche en cuanto se hubo parado, y empecé a andar por donde habíamos venido. No caminé mucho porque Tom me cogió del brazo.
-¿A dónde vas?
-Por donde hemos venido, dentro de dos horas va a anochecer y no quiero estar en medio del bosque para cuando eso ocurra.
-Tranquila, no te va a pasar nada mientras esté yo aquí-Eso me tranquilizó un poco, pero no suficiente.
-¿Entonces que hacemos?
-Voy a ver si tengo cobertura, tú vuelve al coche-Y le hice caso.
Al rato volvió.
-No tengo cobertura.
-Vámonos con el coche de vuelta-Subió al coche, lo arrancó, pero de pronto se paró en seco.
-Sin gasolina, perfecto-¿Podía ir peor?
- Mi hermano quería la moto hoy, me va a matar-Se puso serio.
-Nadie te va a hacer daño, vas a llegar a tu casa

sana y salva y tu hermano puede esperar.
Me quedé en el coche mientras fue a buscar un sitio con cobertura. Pasaron dos horas y ya estaba anocheciendo y Tom no había vuelto. Salí del coche para ir a buscarlo. De repente oí un ruido entre las ramas, el corazón se me desbocó.
-¿Tom, eres tú?-La voz me temblaba y nadie me respondía.
De pronto Tom salió de entre la espesura del bosque cargado de madera.
-¿te e asustado?-Todo en mi cuerpo pareció tranquilizarse.
-Sólo un poco, ¿para que es esto?
-Para estar calentitos esta noche, parece que va a refrescar.
Llegamos al coche, encendió la hoguera y nos sentamos frente al fuego.
-¿Tienes sueño?-Me preguntó.
-La verdad es que mucho-Me sonrió, se levantó me cogió en brazos y me llevó hasta el coche, me tumbó en el asiento trasero del coche.
-¿No tendrás un manta por casualidad? Estoy helada-Negó con la cabeza.
-Si quieres puedo dormir a tu lado, así te proporcionaré un poco de calor, aunque sea un poco.
Me eche a un lado permitiéndole el paso, se recostó en el sofá y yo encima, después me abrazó, lo siguiente que recuerdo es todo negro.

Capítulo 12

Me desperté helada, ya que estaba en la calle, me extrañó que Dylan no hubiese llegado todavía. Me levanté y llamé a la puerta haber si es que no me había visto o algo, pero no contestaba nadie. Empecé a ponerme nerviosa pensando que le había pasado algo y fui a ver si estaba bien. Me puse a caminar hacia el bosque, justo en el lugar donde me la había encontrado por última vez. Todo iba bien, pero algo perturbó mi tranquilidad. Unos gritos, pero eran de chica, eran tan desagradables que parecía que la estuviesen matando. Y como soy así, decidí ir en su ayuda. Seguí la trayectoria de los gritos que me llevaron a un descampado y a lo lejos pude ver una figura en el suelo, inmóvil. Poco a poco me fui acercando a ella, estaba boca abajo y le di la vuelta para ver si respiraba. No podía creer lo que estaba viendo, me quedé sin palabras, intenté darle vueltas haber si es que era cosa de imaginación, pero no, era inútil. Aquella chica a la que me quedé mirando era nada más y nada menos que YO.
No lo pude soportar y salí corriendo de allí, sin mirar atrás. No podía parar de correr, iba mareada y todo, porque esa sensación que yo tenia en ese momento no la tendría nadie, ¿quién se ve a si misma muerta? ¿Es que tenía una gemela?
Seguía corriendo, no miraba ni por donde iba, solo movía los pies. De pronto me estampé con una pared de madera, me detuve a mirarla más detalladamente y pude ver que era una casa, preciosa, con su jardín aunque estaba un poco descuidado. Me invadió la curiosidad sobre quien vivía allí.
Oí que unas ramas crujían, alguien se acercaba, no lo supe distinguir por el intenso follaje de los árboles. Poco a poco se le veía más, hasta que la tenía enfrente de mi, era esa YO otra vez.
-¡Ayúdame, por favor!- Eso fue lo que oí antes de que se cayese al suelo y yo del susto entré en aquella casa. Me acurruqué sobre mis rodillas y empecé a llorar, no entendía nada, todo me confundía. Y alguien me cogió de los hombros, levanté la mirada y vi a Tom.
-¿Qué te pasa? ¿Cómo has llegado aquí?-Me levantó.
-Joder...yo....que me he visto a mi misma ahí fuera, me a pedido ayuda, no lo entiendo-Y lo abracé muy fuertemente.
-¿Cómo que tu muerta?-Se asombró.
-Sí, he ido a buscar a Dylan y me he visto a mi misma en el suelo de un descampado, llena de arañazos y mordiscos de lobo o yo que se- Le volví a abrazar- Estoy muy asustada.
-No te preocupes, te lo abras imaginado-Parecía nervioso, pero sé que él sabia que eso no eran imaginaciones mías.
-¿Cómo puedes decir que son imaginaciones mías?-Me aparté de el.
-No se, todo puede pasar-Miró a otro lado.
-¿Por qué me mientes?-Se quedó de piedra.
-¿Te crees que lo se?
-Joder, ya no se que creer- Me toqué el pelo como desesperada-Pero pienso averiguarlo.
Alguien salió de la cocina.
-He oído algo y he venido a ver quien era- Esa ¿es la directora?
-No pasa nada mama, una amiga que ha venido-¿Mama?
-Vale, pues acompáñala a su casa que esta oscureciendo y no sabrá volver.
-Vale, ven Elin, vamos a ponernos en camino-Yo asentí.
Me agarró la mano y de pronto apareció Tiffany de la nada, con la boca llena de sangre y la ropa manchada de rojo, cuando me vio intentó limpiarse lo más rápido que pudo, pero no pudo evitar que la viera. Tom le echo una mirada fulminante.
-Hola chicos- Me sonrió con una amplia sonrisa y se fue.
Yo iba todo el camino a casa pensando en lo que me estaba pasando, nada tenia sentido.
-¿Qué le a pasado a Tiffany?
-Se habrá comido una hamburguesa-Me sonrió.
-Quien lo diría-No colaba, era demasiado Ketchup para ella y ella es incapaz de salir a la calle con una sola mota de polvo en su ropa. Seguía sin encajar.
Llegamos a la puerta de mi casa.
-Adiós-Me dijo- Yo te ayudaré a saber lo que buscas.
-Vale- Se acercó y me dio un beso en la mejilla, se puso un poco nervioso, pero a la vez ansioso, tenía una mirada tierna pero por otro lado parecía de locura.
Entré en casa, no había nadie, me puse a cenar y fui a ver una película que echaban en la MTV. Había un personaje que me recordaba Tiffany por que tenía la boca llena de sangre y era rubia. Acabó la película, no había ni rastro de los demás, me fui a la cama a dormir ya que eran las 2.30 de la madrugada.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Capítulo 11

Me desperté el viernes por el sonido del despertador. Miré a mi alrededor y Dylan no estaba. Me levanté después de apagar el despertador, me puse las zapatillas. Miré la hora y pensé que me daría tiempo a darme una ducha rápida antes de ir al instituto. Cogí la ropa del armario, me metí en la ducha. Salí,  me sequé el pelo con la toalla y me lo recogí en un moño, una vez vestida bajé a la cocina. Al bajar me encontré con Mike.
-¿Esta Dylan en la cocina?-Le pregunté.
-No, ¿por qué?- Y se rió- A lo mejor ha huido de ti.
-Claro que no, solo era por saberlo, inútil-Y le saqué la lengua.
-Bueno, como se ve que no va a venir, ¿nos vamos?-Me preguntó de nuevo.
-vamos a esperarle un rato por si viene y mientras desayuno.
-Vale, pero date prisa si no quieres que lleguemos tarde de nuevo- Y se rió.
-Por cierto, ¿has visto a Katy?-Le grité desde la cocina para que pudiese oírme.
-No, desde hace ya unos días.
-De acuerdo- Y seguí comiéndome una manzana.
Mike bajó y se cogió otra manzana.
-¿Nos vamos?-La mordió.
Salimos, yo miré en la dirección de casa de Dylan con la esperanza de verlo, pero la casa estaba completamente cerrada. Me quedé mirándola, Mike tuvo que cogerme para que siguiera caminando. Volví a mirar la hora y vi que teníamos tiempo de ir a por Grisha.
-¿Estás preocupada por Dylan?- Me preguntó Mike aunque sabia que no le importaba.
-un poco, pero supongo que estará bien-me vinieron las imágenes de cuando llegó a mi habitación lleno de arañazos y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Llamé al timbre de la casa de Grisha y al momento salió por la puerta.
-¡Hola chicos!- Se le veía muy contenta, pero se puso seria al no percibir la presencia de Dylan -¿Y Dylan?
-No lo sabemos- Le informé.
-¿Pero esta bien?-Respondió preocupada.
-Supongo que si...-Respondió Mike tan tranquilo, como si fuese normal que desapareciese.
El resto del camino cada uno pensaba en lo suyo. Al llegar al aparcamiento del instituto vimos a Dylan bajarse del coche de Tom, después ayudó a Tiffany a bajar, no nos lo podíamos creer, Mike parecía el más afectado y fuimos en dirección al coche.
-Hola Mike, ¿qué tal estas?-Le saludó Tiffany, eso me sorprendió la verdad.
-Bien-Se le notaba que estaba nervioso. Ella le sonrió y se lo llevó del brazo a la entrada del instituto. Después miré a Tom y luego a Dylan.
-¡Joder, esta muy bueno!-Dijo Grisha en un susurro.
-¿Qué?-La miré.
-Nada, nada-Le sonreí-¿Nos vamos o lo esperamos?
Estaba muy cabreada con el, por lo menos podría avisar.
-Vámonos- Dijeron a la vez.
Giré la cabeza para verle por ultima vez antes de entrar dentro y vi que me miraban ambos. ¿Qué pretendían?
Al tocar el timbre miré el horario, vi que coincidíamos los tres en la clase, me senté al lado de Grisha, en una fila de tres mesas, por si le daba la gana de venir. Por fin entró, nos dio de lado y se sentó al lado de Tiffany, no me lo podía creer,  Logan se sentó a mi lado, ni si quiera me di cuenta de que entró.
 Dylan se giró para mirarlo con una cara de pocos amigos.
-
Hola chicas-nos saludó Logan.
-Hola cariño- La miré al instante.
-¿Cariño?-Ella se rió.
-Si, nos llamamos así constantemente, es un apodo cariñoso-Me explicó y me tranquilicé.
Entró la profesora de francés, tenía una cara de amargada que no podía con ella.
Después de 45 minutos infernales se acabó la clase, Logan y Grisha se fueron a la siguiente clase los dos juntos, pero yo me quedé para hablar con Dylan.
-¿Se puede saber que te pasa?-Estaba muy enfadada. El intentó salir, pero le cerré el paso y no lo consiguió.
-No te vas a ir sin darme una explicación y me importa una mierda si llegamos tarde.
-No me pasa nada-Me reí en su cara.
-¿Cómo que no te pasa nada? ¿Entonces, porque pasas de nosotros?-Los ojos empezaron a escocerme, no quería llorar, pero lo estaba consiguiendo.
-Muy sencillo, porque no quiero estar con vosotros-Lo soltó así como así y yo no aguanté más mis lágrimas, que empezaron a recorrer mi cara.
-¿Te das cuenta de lo que estas diciendo?-Le miré a los ojos, el evitaba mi mirada.
-Si, no me arrepentiré-Dijo seguro de si mismo.
-¡Mírame!-le grité y aun lloraba mas todavía-Que sepas que todo esto que me estas diciendo me está doliendo y mucho, no te lo imaginas, te he dejado entrar en m mi casa, dormir en mi cama, conmigo, y he confiado en ti y lo mas importante, creía que eras mi amigo-Paré un segundo para poder continuar, me dolía cada palabra que le decía-No quiero que te vuelvas a acercar a mi en lo que te queda de vida- Y concluí, no le deje que me dijera nada, ya que desaparecí.
Cada lágrima me quemaba, era insoportable el dolor que sentía por dentro y Logan se acercó a preguntar.
-¿Qué te pasa?- Y me dio un abrazo.
-¡Déjala en paz!-Oí gritar a Dylan a mis espaldas, pero mi lo miré y me fui a clase, ya que ya iba suficientemente tarde.
No tenía ánimos para entrar así que decidí ir a tomar el aire.
Empecé a pensar en lo sucedido con Dylan, no sabia como llevar la situación ya que nunca había tenido amigos y nunca me había sentido tan protegida como lo estaba con Dylan. Me sequé las lágrimas. De pronto vi a Logan salir por la puerta, pero el no me vio ¿Él también se saltaba clases?
Salí detrás de el para darle las gracias por haberse preocupado antes por mi, pero iba demasiado deprisa. Tomó el camino que llegaba a mi casa y a la de Dylan. Se adentró en el bosque. De pronto oí rugidos y algún que otro gemido de dolor a lo lejos y fui a ayudarlo. Un grito de dolor me asaltó de repente fui acelerando el paso pero me paré en seco al ver a Dylan tirado en el suelo inconsciente y sangrando, me acerqué a el y le toqué para ver si tenia pulso, no se lo noté así que puse mi cabeza en su pecho y empezó a toser.
-¡Dylan despierta por favor!-No respondía, no sabia que hacer.
-Voy a por ayuda, aguanta-Cuando me levanté, me agarró del brazo.
-No te vallas por favor-Susurró y volví junto el.
-No me voy, pero dime que te a pasado- Él se intentó incorporar y le ayudé.
-Lo siento, siento todo lo que te he echo-Se disculpó.
-Eso ya no importa, pero quiero que me digas que te ha pasado-Me cogió la mano.
-Te lo contaré-Parecía que se iba recuperando por momentos, la sangre se iba secando poco a poco.
-¿Debo creerte?-Se tensó cuando le dije eso, pero él tenia que volver a ganarse mi confianza.
-Eso me lo merecía-Se quedó inmóvil y se levantó de golpe-¡Vete!
-¿Qué?-le miré asustada, se estaba erizando-¿Qué pasa?
-Vete por favor, no quiero que te hagan daño-Me suplicó.
-De acuerdo, pero luego vuelva a casa, por favor-le miré como rogándole y él asintió, se acercó a mi y con un brazo me echo hacia atrás suavemente, como si me protegiese de algo o de alguien. Salí corriendo sin mirar atrás, dejándolo solo, salí del bosque y me senté en el porche de casa de Dylan, esperando me quedé dormida.

Capítulo 10

El resto de la mañana transcurrió bien, excepto para mi, porque la verdad es que me dolía la muñeca. Sonó el timbre de las 14.30, todos se fueron y yo me fui a clase de matemáticas para cumplir mi castigo.
-Siéntate por favor-Dijo el profesor al verme llegar-Al lado de Tiffany, así os tendré vigiladas.
-De acuerdo- Le contesté sin rechistar.
Tiffany me miraba con una cara que daba miedo y pensé: “si las miradas matasen…”
El profesor estaba metido en la lectura de un periódico y Tiffany mirándose al espejo, me parecía un poco estúpido.
-¿Qué miras?-Me preguntó Tiffany en un susurro.
-¿Yo?, nada-Le respondí.
-Mi me mires, que por tu culpa me han castigado-Me culpó.
-Mira, si no me hubieses puesto la zancadilla a lo mejor no estarías aquí incordiando-No se como saqué fuerzas para decir eso, sabia que me la estaba ganado.
-Eres...-El profesor la cortó.
-¡NO SE HABLA!-Gritó-¡Y MENOS EN UN CASTIGO!
Las dos agachamos la cabeza como un perro en apuros.
El castigo al fin se acabó, parecía interminable con ella a mi lado. Así que me levanté lo más rápido que pude y me fui, dejando a Tiffany recogiendo sus cosas.
Salí y allí la vi, junto a Dylan y su hermano Tom ¿cómo había salido tan rápido?
Llegué un poco incrédula, Tom no me quitaba el ojo de encima y al llegar saludé con una sonrisa.
-Hola- Saludé a todos.
-Hola- Dijo Tom.
-¿Cómo te ha ido tu primer castigo?-Me dijo Dylan.
-He tenido mejores- Vi como Tiffany me miraba.
Bueno Tom, vámonos que tengo cosas mejores que hacer-Lo cogió por el brazo y sin darle tiempo para despedirse se fueron.
Yo empecé a andar, sin esperar a Dylan, pero acabó por alcanzarme.
-¿Por qué no me esperas?-Me paró-¿Encima de que he venido a recogerte?
-Lo siento, todo es demasiado raro- Se extrañó.
-¿A que te refieres?-Me miró a los ojos.
-Joder, me estoy volviendo loca, veo cosas donde no las hay, luego aparecen por casualidad-Me puse nerviosa- Y luego tú, que apareces en mi habitación, me besas, te vas y luego vuelves lleno de heridas, no lo entiendo.
-no se que decirte-lo noté nervioso.
Llegamos cada uno a su casa, y no paraba de pensar en todo lo que me estaba ocurriendo.
Terminé de comer y me eché un rato en el sofá y no se porque en mi cabeza se proyectaban imágenes, imágenes de un lobo blanco, precioso, con los ojos negros, mirándome, lo más raro es que cada vez, una mitad de su cara iba cogiendo forma humana y esa forma humana era la de Dylan.
Me sobresalté y me fui a que me diera el aire un rato. Al ir paseando no me di cuenta y me choqué con alguien.
-UPS, lo siento-Me disculpé y vi que era Mike-¿Qué haces aquí?
-Mm......paseando-Me sonrió-¿Y tu?
-Lo mismo-Y le devolví la sonrisa.
-Oye me cae muy bien ese Logan.
-¿Cómo? ¿Lo conoces?-Me extrañó.
-Pues en el almuerzo nos lo presento a todos.
-Em...Mike tu no estabas, sólo nos lo presentó a Dylan y a mi.
-Em… me voy tengo que estudiar- Se fue como alma que llevaba el diablo.
Quise seguirlo, pero no tenia ganas de discutir otra vez y decidí seguir caminando. Me adentré en el bosque, era frondoso y pensé que me había perdido y para el colmo no llevaba el móvil encima.
Seguí caminando y a lo lejos vi una sombra que se movía muy rápido y que se iba acercando poco a poco. Pude percibir el sonido de unos gemidos, yo me asusté y la sombra se paró, se quedó mirándome desde el interior de un arbusto, le brillaban los ojos con el reflejo de la luna. De pronto alguien me cogió por la espalda. Me ahogué en un profundo grito y al girarme me di cuenta de que era Tom.
Volví a mirar en la dirección de lobo, pero ya no había ni rastro.
-¿Qué haces tu por aquí, y sola?-Me dijo Tom.
-Paseando, pero creo que me e perdido-Se acercó a mi.
-Es muy peligroso que andes tu sola por aquí, hay lobos- Y empezó a buscar algo por el alrededor.
-Para empezar, yo hago lo que me da la gana porque ya soy mayorcita-Me callé.
-Pero no quiero que te pase nada-Me sorprendió.
-¿Y porque no?-Le desafié- Además ayer me trataste muy mal.
-Porque estaba de muy mal humor, lo siento.
-¡Pero yo no tenia la culpa!-Yo casi gritaba.
-Lo se, pero no se porque cada vez que te veo, es como si volviese a ser como antes y como si me apuñalasen el corazón- ¿A que se refería?
-Pues la próxima vez no me mires y te ahorras el dolor- Estaba que echaba humo.
-No lo decía por eso-Agachó la cabeza.
-Entonces, ¿por qué es?- Él levantó la mirada y se cruzó con la mía.
-Porque cada vez que te veo es como si volviese a nacer, tu olor, tu pelo rojo como la sangre, tus ojos verdes como la hierva , tu piel pálida, no se como expresarlo, nunca me había pasado-Me miró fijamente- Eres mi locura.
El corazón se me paró por completo, no sabía si lo que decía era un sueño o realidad y si fuese un sueño no quería que se terminase. No sabia que hacer, si reír, llorar o simplemente salir corriendo. Pero no hice eso.
-¿Entonces, porque me tratabas así?-Le continué.
-Porque no te conviene estar conmigo, no se donde puedo llegar-Me estremecí.
-Se que no me vas a hacer daño-lo miré
-¿Por qué estas tan segura?
-Porque se que eres diferente a los demás-Me acerqué mas a él- La primera vez que te vi me olvidé de quien era, me sentía normal, como una chica normal y sentía cosas que no sentí antes
-¿Y que cosas?-Me sonrió tímidamente.
-Por un lado miedo, tu mirada me hacia estremecer y por otro lado me sentía libre y por eso me fastidió tanto que me tratases así.
-Lo siento, pero no quería que te hiciesen daño por mi culpa y quería protegerte- Me cogió del hombro.
-¿De quien?
-De mi, soy un monstruo-Se puso tenso.
-No eres un monstruo, eres una persona muy dulce y con un corazón muy grande, aunque con mal genio- Le sonreí- Y se que puedo confiar en ti.
-Vale, pero no te fíes de mi hermana, no la subestimes y lo mas importante-Me asustó-No te acerques a ella.
-Es ella la que me provoca-Le mostré mi muñeca.
-¿Qué te a pasado?-Lo inspeccionó- ¿Ha sido ella?
-Si, pero no pasa nada, ella no quería que me pasase esto, creo.
-¿Pero estas bien?-Se quedó callado y mirándome, como si estuviese en peligro de  morir.
-Tranquilo estoy bien- Se acercó poco a poco y me abrazó.
-No sabe lo que hace, en el fondo es muy encantadora y no se porque es así solo contigo-Sería amable, pero muy en el fondo.
-No pasa nada, por cierto, me tengo que ir-Miré a mi alrededor-¿cómo salgo de aquí?
-Yo te acompaño-Y nos pusimos rumbo a mi casa. De camino hablamos de todas las cosas que teníamos en común. Al fondo se veía mi casa, con la luz del porche encendida.
-Gracias por traerme-Le sonreí.
-No ha sido nada, y siento como me porté-Me volvió a abrazar.
-¡Adiós!-me dio un dulce beso en la mejilla, parecía que me quemaba, y entré en casa. Vi a Mike en el sofá que al verme se levantó.
-¿Dónde estabas? Son las 22:30 - Pues si que se pasaba rápido el tiempo.
-Pero si te lo he dicho esta tarde cuando te he visto en la calle- se extrañó.
-Pero si yo no e salido de aquí en toda la tarde-Lo miré- Me quedé viendo la película de “Titanic”.
-Pero si hemos hablado de Logan-Me miró.
-¿Quién es Logan?-Me asusté y decidí dejarlo, ¿qué me pasa? Ahora hablo con gente que ni siquiera está.
-Vale, déjalo, me voy a la cama-Le di un beso y me fui- ¡Adiós!
Al subir, vi a Dylan en el sillón, dormido, lo tapé y me fui al baño a cambiarme. Al terminar, salí y allí lo vi, mirándome.
-¿Dónde estabas?-Me sorprendió- Te he buscado.
-He estado paseando, no te preocupes- Le sonreí para que no se tensara- He visto a Tom y lo hemos solucionado todo.
-Me alegro-Me miró a los ojos-Te veo muy feliz hoy.
-No se porque lo dices- Me reí un poco, pero cambié la cara de repente.
-¿Qué pasa?- Me miró preocupado.
-Que estoy paranoica, me pasan cosas muy raras-me senté en la cama.
-Cuéntamelo todo- se sentó a mi lado.
-Pues que cuando caminaba, me encontré a Mike y me pregunto por Logan- me interrumpió.
-¿Lo conoce?
-No, pero esta tarde si y que se lo presentó a la hora del almuerzo y solo estábamos los tres, no lo entiendo-Se quedó pensando- Y para el colmo sueño contigo, y una mitad de tu cara se convertía en un lobo, ¡es de locos!- Se estremeció.
-Que raro-Se levantó.
-¿A dónde vas?
-A estirar un poco las piernas- Se volvió a sentar.
-Nada me encaja- Me tumbé hacia atrás.
-Duerme anda, mañana veremos si lo solucionamos todo ¿vale?
-¿Y también lo tuyo?
-De acuerdo, aunque no me creas, pero te lo contaré si es por tu bienestar- Me miró- Pero prométeme algo antes.
-Lo que sea- Y le sonreí.
-Que pase lo que pase nunca cambies, ni conmigo ni con nadie-Lo miré.
-¿Por qué lo iba a hacer?
-Ya lo comprenderás a su debido tiempo.
-¿Y si cambio que?- Le sonreí pícaramente.
-Me muero, nunca te haría daño-Un escalofrío recorrió mi espalda.
-Bueno, ¿duermes aquí?
-Eso no se pregunta- Se me subió a la cama, me apoyó en su pecho y nos tapó. Yo pasé mi brazo por su cuerpo y el puso el suyo por el mío y al final nos dormimos, yo pensando en lo que iba a ocurrir al día siguiente
.

Capítulo 9

Me desperté y parpadeé dos veces porque no me creía que Mike y mi prima estuviesen allí, mirándome, como si tuviese algo raro en la cama, de pronto oí un suspiro a mi lado y me acordé de Dylan.
-¿Qué hacéis lo dos juntos en la misma cama?-Preguntó Mike asombrado.
-Em...nada-Dije un poco nerviosa, mi prima se empezó a reír y se fue de la habitación. Mike se dirigió a donde estaba Dylan, yo me separé un poco, aunque me daba pereza, porque entre sus brazos estaba muy bien. Mike empezó a moverlo para ver si podía despertarlo.
-Venga Dylan despierta- Empezó a abrir los ojos.
-¿Qué quieres tío?-Y seguía tan tranquilo.
-Nada solo ¡Solo que estas en la cama de mi hermana y con ella!- Le gruñó mi hermano.
Dylan me miró y no pudo evitar que se le escapase una sonrisa.
-Mike no te preocupes que no ha pasado nada-Me levanté un poco de la cama y le enseñé que seguía con el pijama-¿Ves?
-Si, lo que tú digas- Se fue, cerrando de un portazo.
Dylan empezó a reírse y me contagió la risa.
-¿Qué hora es?-Le pregunté.
-Las siete en punto-Me respondió.
-Perfecto, así me da tiempo a curarte las heridas- Me levanté en dirección al baño a el botiquín-¡Venga!
-Si no hace falta que las cures, estoy bien- Se levantó, empezó a estirarse y crujieron todos sus huesos.
-¡Uy!, para que me da tiricia y siéntate en la silla que voy a por el alcohol- Se sentó.
-Yo creo que es muy temprano para ponerse a beber- Se burló.
-Anda calla- Cogí el alcohol y una vendas, al salir estaba Dylan asomado a la ventana- ¿Qué miras?
-Em....nada, mi casa-Y se sentó.
-¿Tu casa?- Y se quedó callado y cambié de tema.
-Puede que esto te duela un poco- La verdad es que las llevaba mejor que ayer-anda, si las llevas mucho mejor que anoche.
-Te he dicho que no hacia falta que me las curases. Volvió a insistir.
-Oye, ¿por qué me besaste anoche?- Pegó un pequeño saltito.
-¿Te bese?-Me preguntó como si no supiera nada.
-Si, cuando subiste por la ventana, me dijiste que no podías parar de pensar en mi-Decidí pasar porque se le estaba poniendo mala cara- ¿No te acuerdas?
-Lo siento, me equivoqué, de todas formas no quiero hablar de eso.
-Pues hablemos de otra cosa, ¿me tienes que explicar algo no?-Ya terminé de curarle las heridas.
-Si, pero será en otro momento, ahora no puedo decírtelo-Me dio un beso en la frente y se fue a la puerta.
-¿A dónde vas?
-A cambiarme a mí casa.
-Te dejo una de mi hermano, que creo que usáis la misma ropa-Se asombró un poco.
-No, no valla a ser que se cabré-Me reí.
-No pasará nada, tu le caes bien- Le dediqué una sonrisa juguetona- no te muevas.
-Lo que usted quiera señorita- Y me hizo una reverencia.
Fui a la habitación de Mike y al abrir el armario por poco se me cae toda la ropa encima, rebusqué como pude y conseguí una sudadera azul con una mano blanca sacando el dedo, me pareció muy graciosa para Dylan, y unos pantalones vaqueros rotos por algunos lados. Al llegar Dylan había hecho la cama.
-¿Has hecho la cama? Eres el chico perfecto-me reí un poco
-No hace falta que me lo digas, ya lo sabía-presumió.
-Toma, creo que te gustará- los examinó con la mirada e izo una mueca que nunca había hecho.
Se los puso.
-Estas de broma, ¿no?- Se me escapó una pequeña sonrisa.
-No, pero esta muy guapo.
-Anda vístete tu, que te espero abajo- Y se fue hablando solo de su nuevo look.
Me vestí y al entrar a la cocina solo vi a Mike.
-¿Dónde está Dylan?-Se giró.
-En el cuarto de baño ¿dónde esta Katy?- Se puso serio.
-Se ha ido después de verte con Dylan en la cama- Lo dijo de una forma que parecía que habíamos hecho algo.
-¡Tampoco es para que te pongas así!
-¿Así, como?-Me preguntó tan tranquilo.
-¡Bah! Déjalo- Y a todo esto salió Dylan, Mike no pudo evitar reírse.
-¿Qué miráis?- Dijo muy feliz de si mismo.
-¿Llevas mi ropa?-Se sorprendió un poco.
-Se la e cogido yo, porque no tenia ropa para cambiarse- Mike se sentó a desayunar.
-Porque eres tu, que si no...-Y mordió una tostada y Dylan y yo hicimos lo mismo.
Al terminar, Dylan y yo nos pusimos a recoger la mesa, como siempre.
Miré la hora y eran las 8:25.
-Si no nos damos prisa no llegamos- Empezamos a andar hacia el instituto.
Estábamos llegando cuando sonó el timbre.
Teníamos que ir más rápido, sino no llegaríamos a tiempo. Una vez que llegamos nos separamos, cada uno a su clase, ya que eran diferentes. Me tocaba matemáticas y para el colmo me daba clase el profesor más puntual que pisaba la tierra. Cuando me encontraba enfrente de la puerta, llamé y entré.
-¿Se puede?-Toda la clase me miró y mi profesor se bajó las gafas a la altura de la nariz.
-Señorita Peravel, ha llegado tarde y eso se merece un buen castigo, ¿está de acuerdo?- Ya sabía la respuesta.
-Supongo que sí- Le respondí cabizbaja.
-¡Claro que si!, se quedará después de clase castigada-Me ordenó el maestro.
Ni le respondí, ni me quejé, me fui directamente a mi mesa.
Crucé una mirada con Tiffany antes de que me pusiera la zancadilla y cayese de morros al suelo. No se oía otra cosa que no fuesen risas, se me escaparon unas lágrimas ya que al caer me hice daño en la muñeca. Estaba muy enfadada y cuando vi a Tiffany reírse, mi enfado estalló en furia. El profesor me acompañó a mi mesa y se dirigió a Tiffany con un tono serio.
-¿Ha sido usted quien le a provocado la caída?-Ella paró de reírse.
-No, señor-Ella le respondió con una sonrisa coqueta.
-No me engañe, la he visto yo mismo, solo lo e preguntado para ver cuanto puedo confiar en usted y veo que no, así que también está castigada- A Tiffany se le borró la sonrisa de la cara de inmediato y me miró, yo no pude evitar que se me escapara una sonrisa. La mano me produjo un dolor tan fuerte que por poco acabo en el suelo retorciéndome. El profesor, que percibió mi dolor se acercó a mí.
-Ve a que te vean esa mano- Yo lo miré.
-De acuerdo- me levanté y me dirigí a la enfermería.
En el camino pude ver a un chico del estilo de Grisha y mío, no sabía que había tanta gente por aquí que le gustase lo gótico. Al terminar de pensar me di cuenta de que no tenia ni idea de cómo llegar a la enfermaría y fui a preguntar.
-Perdona, ¿dónde está la enfermería?-Le pregunté a aquel chico.
-En la segunda planta, al lado de la sala de profesores- Me sonrió-Si quieres te acompaño.
-De acuerdo, gracias- Le agradecí-Es que soy nueva y todavía no me conozco esto muy bien.
El asintió y nos pusimos en camino. No dijimos nada por el camino, y por fin llegamos.
-Bueno muchas gracias por acompañarme-Le dije, y quería llamarlo por su nombre pero no lo sabia- Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Logan- Y me sonrió, yo me presenté.
-Yo me llamo Evangeline, pero...-Me interrumpió.
-Pero te llaman Elin, lo sé- Y se fue.
Me extrañé un poco y entré en la enfermería, que estaba llena para mi sorpresa. Por lo menos había seis delante de mí. No había rastro de la enfermera y pregunté.
-¿Y la enfermera?-Ya que estaba impaciente de que me viera la mano, que me empezó a doler otra vez.
-Se ha ido a por vendas-Me respondió una chica.
-Gracias- le sonreí-¿Y va a tardar mucho?
-No, mas o menos 20 minutos que tenia que ir a la farmacia y todo.
- ¿Y a ti que te a pasado?-Le pregunté
-Que me han empujado por las escaleras- Y sonrió- ¿Y a ti me han puesto la zancadilla y me e echo daño en la muñeca- Ambas nos reímos, me caía bien.
Hablamos un poco hasta que llegó la enfermera y a continuación tocó el timbre de segunda hora y encima tendría que presentar justificante, me tocaba con Grisha.
La enfermera tardaba mucho con cada chico, por lo menos 15 minutos, lo cual sonó el timbre de la tercera hora y al cabo de un rato más me llegó mi turno.
-Hola ¿qué te ocurre?- Me pregunto la enfermera con una sonrisa.
-Me duele la muñeca- Me la examinó.
-Se te a encogido el tendón, no la uses mucho, en dos días y como nueva- Me puso una de las vendas que había comprado-Toma esta crema y échatela todos los días y ven el lunes a que te la vea.
Asentí y me fui al recreo, que por cierto no oí el timbre.
Llegué a la mesa donde estaban todos sentados y comiendo.
-¿Qué te a pasado?-Dijeron Grisha y Dylan a la vez.
-Me tropecé y apoyé mal- Y Dylan me cogió la mano para inspeccionarla-solo me la e torcido, nada mas.
Me senté al lado de Dylan, que me había ofrecido su sitio. Grisha llamó a alguien con la mano y le dijo que viniese. Me di cuenta de que era el chico que me había acompañado a la enfermería.
-¿Qué tal la mano?- Me preguntó dejando a todos atónitos.
-Mejor, gracias- Y se sentó al lado de Grisha.
-Tu caída a recorrido todas las clases, Tiffany por poco se sale con la suya-dijo el chico destapando mi mentira, ya que no quería que supiesen que había sido Tiffany, ¿el porque? No lo se.
-¿Ya os conocéis?-Pregunto Grisha – ¿Y que es eso de que Tiffany se saliera con la suya?
No le contesté ya que quería saber como se había enterado Logan sobre mi caída.
-¿Cómo sabes que me he caído?-le pregunté.
-Porque Tiffany lo estaba expandiendo-me contestó.
-¡No nos estamos enterando de nada!-protestó Dylan.
-¿Y que decía Tiffany?-Le preguntó Grisha que parecía que se estaba enterando.
-Como las han castigado juntas después de clase, ella dice que Elin se las va a pagar- se me izo un nudo en el estomago.
-¿Qué castigo? ¿Por qué se a cabreado Tiffany?-Preguntó Dylan
-¿No se lo has contado?-Intervino Logan- A Elin la iba a castigar su profesor de mates, cuando Tiffany le ha puesto la zancadilla, y se a caído y el profesor la a pillado y la a castigado también.
Lo sabía todo a la perfección, luego a luego mejor que yo.
-¿Y porque no nos lo has contado?-Preguntó Dylan.
-Porque no quería preocuparos-Les dije.
-¿Con quien te iras después?-Me preguntó Grisha-Si quieres podemos venir a por ti cuando termines el castigo.
-Chicos, no me va a pasar nada-Y sonó el timbre de regreso a clase y le dediqué a Logan una mirada fulminante- Pero gracias por preocuparos.
Y cada uno se fue a su respectiva clase.

Capítulo 8

Me volví a despertar sobresaltada ya que en mi cabeza no paraban de proyectarse esas imágenes de Mike que no podía soportar. A continuación miré la hora, no me lo podía creer sólo eran las 6:15.
Decidí intentar coger otra vez el sueño, pero fue imposible, aparte, pronto empezarían a entrar los rayos de sol por mi ventana... Después de estar más de quince minutos si levantarme o no, decidí que seria mejor levantarme, me preparé la ropa (una camiseta de tirante y una chupa de cuero negra, con unos pantalones negros ajustados) y me dirigí a la ducha. A las 7 ya estaba vestida, peinada con una simple cola y vestida (de negro, como siempre) y bajé a la cocina para empezar a hacer el desayuno. Oí que se abría una puerta y al cabo de unos segundos apareció Mike rascándose la barriga.
-¿Qué haces tu tan temprano levantada?-Me dijo con una cara de sueño impresionante.
-Pues ya ves-Le sonreí-Aunque después de lo de anoche no podía dormir, pero da igual, corre a ducharte que Dylan viene dentro de 5 min.
Me miró un poco extrañado.
-¿Lo has invitado tu?
-Si, ¿por qué?-Se dio la vuelta y se fue para arriba.
Al cabo de un rato bajó Mike y alisto y me ayudó a preparar la mesa mientras Dylan no llegaba. Había hecho unas tostadas, un poco de café y unos bollos que había por allí.
Llamaron a la puerta y fui a abrir.
-Hola-Saludé a Dylan-Pasa, el desayuno está listo.
Me sonrió y se adentró en la casa pero se paró para que yo le pudiese indicar el camino.
Al entrar en la cocina vimos que Mike ya estaba sentado.
-Siento haber llegado tarde pero me quedé durmiendo-nos sentamos, ellos estaban uno en cada punta y yo en medio de ambos.
-No pasa nada tío, yo hace unos escasos 10 minutos que me he levantado- Bromeó Mike.
-Bueno vamos a comer que al final llegamos tarde con toda la tontería-Y empezamos a desayunar.
Al terminar lo recogimos todo, cogimos las mochilas y salimos en rumbo al instituto, ya que eran casi las 8:15.
Al salir me di cuenta de que me tenía que haber abrigado un poco más, ya que el cielo estaba encapotado y el poco aire que había era helado.
Era la mañana más fría que había vivido desde el tiempo que llevaba aquí.
-¿Qué te toca ahora Elin?-me dijo Dylan.
-Creo que educación física-Le contesté-¿Y vosotros?
-Yo tengo química-Dijo Mike.
-Yo también-Le sonrió Dylan-Creo que Tiffany te va a hacer compañía.
-¿La hermana de Tom?-Le pregunté
-Y la amada de Mike- Bromeó Dylan y Mike le soltó una colleja en media de risas.
Llegamos al instituto y me dirigí a las pistas dejándolos a ellos atrás. De nuevo me fijé en que todos me miraban, hasta que llegué y me senté en una esquina de la pista.
En frente tenía un grupo de chicas (mirándome) y cuchicheando.
Una se levantó y se dirigió a mi posición.
-¿Tu eres la nueva no?-Me dijo.
-Si- Y le sonreí pensando que sería amable.
-Yo soy Tiffany, la hermana de Tom-Joder, era ella.
-Yo soy Evangeline- Le extendí la mano con educación, y ella la despreció con una cara de asco.
-Yo no toco las mano de bichos raros como tu-Se rió de mi y yo pensé “no puede ir peor”, pero me equivoqué, todas las animadoras se acercaron a mi.
-Chicas, os presento a la nueva mascota del equipo- Y  todas estallaron en unas carcajadas.
-Dejadme en paz arpías- No sabía de donde había sacado el valor suficiente para decirle eso, pero continué-Id a molestar a otra.
-¿Qué has dicho?-Tiffany se acercó a mi-Ni se te ocurra meterte conmigo o no te daré ni la oportunidad para que te arrepientas, ¿me oyes?
-Gracias a dios no estoy sorda-Le vacilé.
-Mira nena-Empezó a hablar-conmigo no juegues que puedes acabar muy mal.
Dijo eso y se fue, dejándome con la palabra en la boca, me tranquilicé porque no quería estropear más las cosas de lo que estaban, así que me puse los auriculares y pasé del tema.
Al empezar las clases llegó Grisha, parecía cansada.
-¿Qué te a pasado?-le pregunté.
-No...Sonó...el...despertador-Su respiración era entrecortada.
El resto de la mañana pasó normal, pero no se porque me sentía sentenciada a “muerte” por Tiffany, que no paraba de mirarme. Llegó el momento de la salida y me dirigí al punto de encuentro con los demás. Iba pensando, alguien me empujó muy bruscamente y como no, fue Tiffany que o bien lo hizo para joder (que lo consiguió) o para abrirse paso.
Llegué y ya me esperaban los demás.
-¿Dónde estabas?-Me dijo Grisha.
-En peligro de extinción-Le contesté.
-¿Por qué lo dices?-Dijo Dylan.
-Porque acabo de conocer a mi cuñada- Le sonreí a Mike.
Nos pusimos de camino a casa, primero llegó Grisha y luego llegamos a nuestra calle.
-Hoy no me e enterado de nada-Me toqué el pelo-Ni de las inecuaciones.
-Si quieres luego te pasas y te las explico-se ofreció Dylan-Son muy sencillas.
-No se, no me gusta molestar-Me excusé.
-No seas tonta, a las 16.00 te quiero en mi casa ¿vale?-No tenia otra opción.
-De acuerdo- Y nos despedimos y me fui con Mike.
Comimos y Mike se encerró en su cuarto y yo me puse a recoger un poco la cocina. Me di cuenta de que no había ni rastro de mi prima ¿dónde se metería? Da igual.
Me tumbé un rato a ver la TV hasta que llegó la hora de ir a casa de Dylan.
-Adelante- Me respondió desde dentro de la casa cuando llamé.
Al entrar vi que salí a humo de una habitación y fui corriendo para ver que ocurría. Abrí la puerta y allí lo vi, sentado en una silla al lado de la mesa, parecía un científico con esas típicas gafas transparentes.
-Hola Dylan- Me di cuenta y esa salita parecía un laboratorio.
-¿Lista para las inecuaciones?- Se levantó, quitó unos papeles y me hizo hueco.
-Si, bueno, más o menos-Le sonreí.
En un papel pude observar que ponía: “Tom no se si voy a poder conseguir a tiempo el elixir” seguido de un símbolo raro. Me extrañó un poco, pero me dio corte, no quería meterme en sus asuntos.
Después de casi dos horas haciendo las malditas inecuaciones acabamos y pensé “por fin”.
-Bueno, no se te dan tan mal-me animó.
-Es porque tengo un buen profesor-Y le guiñé un ojo.
-Cuando no entiendas algo, no dudes en preguntármelo ¿vale?-Y me sonrió.
-Lo tendré en cuenta-Le miré-Oye, ¿vas a pasarte esta noche?
-Lo que tú quieras-me volvió a sonreír.
-Es que creo que me e acostumbrado a tus visitas nocturnas- Y le devolví la sonrisa- Bueno creo que me voy a ir yendo a casa.
-De acuerdo- Y siguió con sus cosas.
Salí de la casa en dirección a mi casa todo estaba vacío. Miré hacia atrás porque creía que me habían llamado, pero no. Al volver a mirar hacia delante me encontré a Tom a escasos metros de mí. ¿Cómo era posible? Si en la calle solo estaba yo. Decidí empezar una conversación.
-Hola Tom- Comencé y debió notar que estaba nerviosa, porque se rió-¿Por qué no te viniste con nosotros el otro día a darte un paseo?
-Porque no me encontraba bien, me dolía la cabeza- Estaba muy serio.
-Vale-Le sonreí- ¿Y ahora a donde vas?
-Eso no te importa- Me quedé un poco pillada, me sentía tonta y no me explico que cuando no está conmigo no me quita el ojo de encima y cuando le hablo parece un borde.
-Perdona, no quería ser grosero es que...-Lo dejé con la palabra en la boca y me fui.
A la mitad de camino me giré y no había rastro de él, ¿Qué me pasaba? ¿Por qué veía cosas donde no las había? ¿Tendrá razón la gente al decir que tengo que ir a un psicólogo?
Llegué a casa y las dos siguientes horas me las pasé pensando encima de mi cama.
Llegó Katy a casa, lo supe porque se presentó en mi cuarto.
-Oye la semana que viene os dejo solos, es que me voy a un Tour de Rock and Rolls-y en seguida se fue, como si nada, y con una enorme sonrisa dibujada en la cara.
Yo no le dí importancia y me fui a la ducha, me puse un pijama blanco con una sonrisa negra en medio, me encerré, puse un poco de música, y cuando me di la vuelta para tumbarme en la cama vi a Dylan acostado.
-Joder- me asusté- Te gusta asustarme.
-Si-me miró de arriba abajo-Al parecer si.
-¿Por qué me miras así?-Le pregunté.
-Porque en el tiempo que llevas aquí nunca te había visto de otro color que no fuese el negro-se levantó y se acercó a mi- y ahora que vas de blanco, no se que decirte.
Se abalanzó sobre mí y me empezó a besar, muy seguido y de un modo desesperado. Yo me sorprendí al ver que le seguía el beso.
-¿Qué haces?-Le dije cuando reaccioné. Me di cuenta de que ese no era el color de ojos de Dylan, algo pasaba.
-Porque desde que te vi en el partido de futbol no e podido parar de pensar en ti- Primero, nos vimos en el instituto por primera vez y segundo así no habla Dylan.
-¡Vete de aquí! ¡Sal ya!
Y se fue por la ventana, pero no tenia tanta agilidad como otras veces, casi cae del árbol, cuando otras veces salta y cae al suelo directamente.
Me tumbé en la cama a pensar que estaba pasando, pero me quedé dormida, el cansancio me pudo.
Oí un ruido y me desperté.
-Elin despierta por favor-me despejé y vi que era otra vez Dylan, pero esta vez estaba lleno de arañazos, cortes y semidesnudo, solo con el pantalón, y estaba temblando.
-¿Qué te a pasado?- Estaba asustada, le miré a los ojos y estos si eran los de mi Dylan, era el, su olor, su voz.
-Ahora no es el momento- Me abrazó- ¿Tu estas bien?
-Yo si, pero el que me preocupa ahora eres tú- Me sonrió con dificultad.
-¿Me puedo quedar a dormir esta noche contigo?-Me sorprendió mucho, la verdad.
-Claro, pero quiero una explicación, por favor- Asintió.
-Pero ahora no-ambos nos dirigimos a la cama, el se tumbó y yo detrás. Para mi sorpresa me cogió y se acurrucó a mí formando como una especie de coraza. Su cuerpo desprendía un agradable calor.
Yo lo veía dormir, parecía más tranquilo que antes, así que puse el despertador antes para curar las heridas de Dylan antes de ir al instituto, y me quedé durmiendo junto a él.

Capítulo 7

“Oí un ruido abajo, me levante de la cama, era una noche fría, con lo cual cogí una chaqueta que estaba encima de un gran sillón que ni sabia que estaba allí antes.
Salí mi cuarto sin apenas hacer ruido, me asome a la habitación de Mike no estaba y me dirigí a la habitación de Katy y estaba profundamente dormida. De repente pude escuchar un fuerte ruido abajo, así que fui a ver. Con forme iba bajando las escaleras se oía mas y mas fuerte. A lo mejor era Mike, pero decidí comprobarlo, ya que algo me decía que fuera, pero otra parte de mi me decía que no fuera. Y decidí bajar.
-¿Mike eres tu?-Me empezó a temblar la voz.
Poco a poco fui bajando.
-Evangeline- Oí desde la entrada, era como un susurro casi
Termine de bajar y allí lo vi, a TOM en mi salón e iba lleno de sangre, me sobresalte un poco. El desvió su mirada hacia el suelo y yo le seguí, y vi a Mike tirado en el suelo, lleno de sangre. Tom se acerca poco a poco a mí con sus manos llenas de sangre, y yo salí corriendo para las escaleras, estaba realmente asustada. Empecé a subir las escaleras y en el séptimo peldaño Tom me agarro del tobillo, me caí y se abalanzo sobre mi". Me desperté de mi pesadilla.
El despertador estaba en el suelo, seguramente lo tire durante mis movimientos esperanzados de escapar de ese Tom. De repente entró Mike con una cara de susto a mi cuarto.
-¿Estas bien? He oído un golpe.
-No ha sido nada, solo se a caído el despertador. Mike entro y lo recogió y se sentó a mi lado, en la cama. Al verlo ahí, me acorde de la pesadilla en la que aparecía ensangrentado y tirado en el suelo y se me llenaron los ojos de lagrimas de tan solo de pensar en que lo podía perder a el se me caía el mundo encima.
Lo abrace para notarlo y el también me abrazo y me calme un poco.
-¿Te pasa algo? Estas muy rara y sudas.
-Solo e tenido una pesadilla y necesitaba asegurarme de que no seguía en ella-Se levanto de repente.
-Si quieres puedo mirar en el armario para que veas que el hombre del saco no esta y así te quedas tranquila-Se dirigió al armario y le sonreí, le tire el cojín que me pillo a mi lado y se fue.
Fui al baño, ya que necesitaba refrescarme. Una vez que llegue a mi baño, cerré la puerta y abrí el grifo del agua y me eche agua por la cara, me mire al espejo y tuve la sensación de ver a alguien detrás de mi, me di la vuelta y como era de esperar no había nadie. Me estaba empezando a volver loca, todavía no conocía a Tom y ya soñaba que era un psicópata, después veía personas donde no las había y e abrazado a mi hermano, no cabía duda, estaba loca.
Salí del cuarto de baño, me acerque a la barandilla de la escalera e instintivamente miré hacia abajo, no había nadie y me quede tranquila. Una vez llegue a mi cuarto, mire el reloj y para mi sorpresa solo eran las tres. Mi hermano parecía muy despierto para ser esa hora, algo me decía que Mike ocultaba algo, pero ahora estaba cansada y dispuesta a dormir, lo de Mike podía esperar a mañana. Nada mas caer en la cama me quede dormida como un tronco.